A los 20 años pensamos poco en la necesidad de cuidar la piel. Sin embargo, si queremos presumir de piel no sólo a esa edad, sino también cuando lleguemos a la madurez, es el momento adecuado para comenzar.
No se trata de usar una tonelada de cosméticos ni pasarse el día preocupado por nuestra alimentación. Se trata de unas sencillas rutinas que, tanto a corto plazo como a largo, mantendrán la piel de tu rostro perfecta.
1.- Lo primero e imprescindible para cuidar la piel a los 20, es limpiar el rostro todos los días dos veces al día (mañana y noche). Los limpiadores en gel con pH neutro son, en principio, los más recomendables. No obstante, siempre es recomendable consultar a un especialista para elegir el producto más adecuado según las características de cada piel. Hay que limpiar la piel al final del día incluso aunque no te hayas maquillado.
Limpiar también implica exfoliar. La exfoliación ayuda a eliminar las células muertas de la piel que se acumulan por la contaminación y residuos de maquillaje, puedes hacerla una vez al mes, ya que la piel se regenera cada 28 días a esa edad.
La limpieza de cutis remueve las impurezas que la exfoliación no puede eliminar, tales como espinillas, puntos negros o concentración de grasa. Se realiza por profesionales en un centro estético y puede venir acompañada de mascarillas o ampollas con vitaminas o hidratantes adecuadas a tus necesidades. ¿La frecuencia? Dependerá de la tendencia de los poros a ensuciarse, de la cantidad de grasa que se concentre…
2.- Desmaquillarse. Acostarse con el maquillaje no es una opción. Lo habitual es que los poros a esta edad estén en buen estado y no dilatados, así que mejor no empeñarse en llenarlos de suciedad. Utiliza un buen desmaquillante y procura que la piel quede perfectamente limpia.
Usa ese producto que usaban tu abuela y tu madre, el tónico. Debe utilizarse a cualquier edad, pero a los 20 juega un papel fundamental porque completa la limpieza y reequilibra la película hidrolipídica.
No es recomendable usar toallitas desmaquillantes de forma habitual. Es cómodo, si. Pero si tienes algún granito o un acné más pronunciado, lo que conseguirás es pasarlo a otras partes de la epidermis sin darnos cuenta. A los 20 puedes comenzar a utilizar crema hidratante dos veces al día: en la mañana antes de maquillarte y salir de casa y en la noche antes de dormirte.
3.- Hidratar. Usar una hidratante adecuada a tu tipo de piel es un buen aliado para la salud de tu piel.
4.- Es el momento de comenzar a cuidar el contorno de ojos, así evitarás tener arrugas demasiado pronunciadas a los 40. El contorno de ojos es la piel más sensible del rostro, por lo que necesita un cuidado especial. Aplícalo al mismo tiempo que la crema hidratante. Es bastante habitual olvidar el contorno de ojos cuando debería ser uno de los primeros cosméticos que se deberían usar.
5.- Las mascarillas. Porque hidratar tu piel no es solo tarea de las cremas. Ayudar a mantenerla hidratada es tan sencillo como usar mascarillas al menos una vez al mes.
6.- La protección solar es muy importante para cuidar la piel a los 20, y a todas las edades. Los rayos solares queman, generan manchas y arrugar la piel, por lo que la mejor manera de evitar que esto suceda es utilizando un protector solar de SPF 50 todos los días antes de salir de casa y retocar a lo largo del día. 
7.- Si además de cuidarte por fuera, quieres cuidarte por dentro, hay una serie de alimentos que te pueden ayudar. Puedes añadir a tu alimentación:
- No olvides hidratarte bien. Bebe mucha agua.
- Es importante que incrementes el consumo de cítricos y, por tanto, de vitamina C, para potenciar la formación de colágeno en la piel. El jengibre o las manzanas también son alimentos que pueden favorecer a tu piel.
- Incrementar el consumo de proteínas ayuda a sintetizar nuevos tejidos y con ello se ayuda a potenciar la tonificación de la piel y a prevenir un futuro descolgamiento.
- Más fresas, frambuesas y frutos rojos. Contienen mucha vitamina C y flavonoides y, por tanto, evitan la destrucción celular y el envejecimiento prematuro.
- Puedes aficionarte a ensaladas con acelgas, espinacas, escarola, aguacate y aceite de oliva. Así protegerás tus células del estrés oxidativo. Además, incorporando frutos secos podrás prevenir la inflamación de la piel.
“No esperes a pasar la barrera de los 30 para cuidarte. Recuerda que a tu edad en la prevención está la clave”
