Seguro que has oído hablar de la intralipoterapia, la lipoescultura sin cirugía. Es el único tratamiento no quirúrgico que elimina la grasa localizada para siempre, de un solo pinchazo, sin pasar por el quirófano y de forma natural.
¿En qué consiste el tratamiento?
El producto se inyecta con una aguja extrafina directamente en el interior del tejido graso. La solución es acuosa, biocompatible y reabsorbible. Destruye para siempre las células de tejido adiposo de forma controlada, licuándolas para que se eliminen de forma natural a través del sistema linfático. Es un tratamiento especialmente indicado para eliminar las acumulaciones de grasa que se producen en papada, abdomen, caderas, muslos, rodillas y brazos. Basta un único pinchazo por zona para repartir el producto de forma homogénea. Es un tratamiento ambulatorio que no necesita anestesia, el paciente se reincorpora inmediatamente a su vida normal.
¿Para qué está indicado el tratamiento?
La Intralipoterapia está indicada para combatir la adiposidad localizada (adipocitos) que no desaparece con ejercicio físico ni dietas. La grasa eliminada no vuelve a aparecer. Si el acúmulo de grasa está relacionado con la herencia y las hormonas, se localiza en flancos, caderas, cara interna de los muslos y de rodilla. Si se debe a los hábitos alimentarios, se localiza en abdomen, brazos, pliegue torácico y papada.
La intralipoterapia no está indicada para tratar la obesidad ni el sobrepeso, ya que no se pierde peso, sólo grasa y centímetros. Tampoco está indicada en pacientes con enfermedades de la piel, ni en pacientes que sufren algún tipo de alergia severa, enfermedades del hígado, corazón, riñón o diabéticos. Tampoco está indicada para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
¿Cuáles son los resultados de la intralipoterapia?
La intralipoterapia tiene unos resultados espectaculares y permanentes, que empiezan a ser visibles después de unas 3 semanas de la primera sesión.
¿Cuántas sesiones se recomiendan?
Para lograr unos resultados satisfactorios se necesitan al menos tres sesiones de intralipoterapia, con un mínimo de tres semanas de intervalo entre una y otra. La intralipoterapia no requiere anestesia y al finalizar la sesión no sienten molestias, aunque en ocasiones puede aparecer un pequeño enrojecimiento en la zona, algo de escozor y en algunos casos hematomas de corta duración. Algunos especialistas recomiendan someterse a un drenaje linfático transcurridos dos días y otro una semana después.
Por ello es fundamental que un especialista evalúe tu caso, estudiando el número de sesiones y la cantidad de viales necesarios para un resultado eficaz.