Un mal movimiento o una mala postura te ha dejado un dolor de espalda que está afectando al desarrollo de tu rutina habitual en los últimos días. Cuando decides por fin acabar con las molestias, se te presenta un dilema: a quién acudir ¿a un fisioterapeuta o a un osteópata? Si no tienes claro cuáles son las diferencias entre estas dos disciplinas, vamos a intentar aclarar todas las dudas en este post.
Aunque la práctica de la fisioterapia y la osteopatía tienen similitudes, es el enfoque del tratamiento y la capacidad de diagnóstico son lo que realmente las diferencia.
La fisioterapia tiene la capacidad de diagnóstico mucho más amplia, está reconocida por el sistema nacional de salud y es aplicada como tratamiento para problemas neurológicos, traumatológicos o pediátricos.
La osteopatía es un conjunto de técnicas manuales fundamentadas en las leyes por las que se rige la vida y los organismos vivos. Esta especialidad busca restaurar y mantener el equilibrio del cuerpo para que se recupere y conserve su capacidad de autorregularse.
¿Qué es la Fisioterapia?
Desterremos la idea de la fisioterapia consiste únicamente en aplicar masajes. En España, la fisioterapia es un grado universitario que tiene una duración de 4 años. En 1968, la Organización Mundial de la Salud (OMS) creó la definición de fisioterapia. La define como la ciencia del tratamiento por medio del ejercicio terapéutico y agentes físicos (calor, frío, luz, agua, masaje y electricidad).
Una vez detectada la lesión, el fisioterapeuta aplica un tratamiento y una rehabilitación en función del tipo de lesión y del paciente. Para este proceso, el profesional puede apoyar sus terapias en aparatología como Indiba, ultrasonido, mediante la creación de estímulos, aplicación de calor o frío…
Existen fisioterapeutas especializados en neurología, respiratoria, cardiología y en el sistema músculo-esquelético.
¿Qué es la Osteopatía?
La osteopatía entiende el cuerpo de una manera global y le otorga gran importancia a la estructura corporal. Se basa en la premisa de que todos los sistemas del cuerpo humano constituyen un “todo” perfectamente interconectado. De ese modo, los osteópatas trabajan bajo esa premisa para reconstruir la armonía que debe existir en todo el cuerpo a nivel músculo esquelético, visceral y craneal. Los osteópatas afirman que “nosotros no curamos, facilitamos la curación propia de nuestro organismo”.
A la hora de buscar un diagnóstico, el profesional busca la causa y el origen de la lesión. Busca y atiende las zonas de que no se mueven correctamente o que están bloqueadas, abarcando todas las esferas del paciente (estructural, craneal y visceral) con la realización de un test y desarrolla a continuación técnicas específicas de diagnóstico y tratamiento.
Hay diferentes tipos de osteopatía:
- Osteopatía estructural: trabaja las restricciones de movilidad en el sistema músculo esquelético, la biomecánica articular y la postura del paciente.
- Osteopatía visceral: es la que se encarga del equilibrio de la columna visceral para restablecer la normalidad de la circulación sanguínea, mejorar la movilidad y el movimiento propio de las vísceras.
- Osteopatía craneal: se enfoca en la correcta movilidad de los huesos del cráneo y de su relación con el sistema nervioso central.
¿Qué tienen en común la fisioterapia y la osteopatía?
La principal similitud consiste en que ambas disciplinas tienen como objetivos la mejora de la salud del paciente y la prevención de futuras lesiones.
En la práctica muchas técnicas de fisioterapia, en concreto de terapia manual, son muy parecidas a algunas técnicas osteopáticas. Por este motivo, se hace en ocasiones complicado separar totalmente a una disciplina de la otra.
¿Y cuáles son las diferencias?
Una de las diferencias consiste en el método de diagnóstico que se realiza al paciente. En osteopatía se da un enfoque más holístico (trata el cuerpo como un “todo”). En fisioterapia, el profesional se centra en la zona afectada, para buscar el origen y las causas de la lesión.
Otra de las diferencias radica en que, mientras el osteópata realiza tratamientos de tipo manual, el fisioterapeuta puede apoyar sus terapias con aparatología o estímulos que favorezcan la recuperación.
Otra diferencia entre ambas técnicas, es la frecuencia que se puede aplicar entre los tratamientos. En fisioterapia y según la lesión tratada, se pueden hacer sesiones a diario. En osteopatía las sesiones han de realizarse con al menos de tres días entre una y otra, aunque lo habitual es una semana.
El fisioterapeuta puede incorporar entre sus tratamientos técnicas de osteopatía, ya que complementa y potencia los resultados de la fisioterapia. Por ello, se puede considerar la fisioterapia como una técnica mucho más amplia, ya que sus campos de actuación son más extensos y permite la utilización de otras herramientas para tratar el dolor.
En Centros QÜ ponemos a tu disposición ambas técnicas para la recuperación de las lesiones. Tú decides.